| Se enciende la cámara, y se ve a Fran mirando directamente a la cámara. Parece que va a hablar, pero las palabras se le resisten. Tras un tiempo, comienza balbuceando...
- Todo este tiempo... Todas nuestras historias, todos nuestros secretos, todo... No puedo creer que los hayas dejado ir. Desde pequeños juntos, y ahora veo a mi mejor amigo postrado en una jodida cama de un jodido hospital de mierda, con un coma semi-profundo que lo aleja cada día mas de la vida. Y... ¡y todo por esa furcia!
Se levanta, y le da una patada al taburete, que cae aparatosamente al suelo. Mira fuera, por la ventana, y la abre. Respira, pensativo, y vuelve frente a la cámara, sentándose en el bordillo de la cama.
- Si no despiertas, no se que ocurrirá... No podemos apartarte de nuestras vidas, eres nuestro desastre favorito. Siempre, siempre, siempre estaremos juntos. No quiero que cuando salgas de esta habitación sea con los pies por delante. Pero la mierda es que no puedo pensar que te despertarás mañana. Esto es una mierda, pero ¿sabes que? Daré lo mejor de mi, haré lo que pueda para ser el hombre que te prometí ser, y cuando despiertes, me veas como el adulto que querías en mí.
Se levanta para apagar la cámara, pero parece recordar algo, y se sienta de nuevo en la cama.
- Están juntos. El muy hijo de puta... Tan bueno que parecía, tan perfecto, y no es mas que una sucia lagartija que ha aprovechado que Talía estaba mal para llevársela al huerto. Y la muy estúpida se ha dejado, coño. Estoy seguro de que, si estás así, es por ella. Así te lo paga, manda cojones... Me encargaré de Alex, tienes mi palabra.
Acto seguido, se levanta y la imagen queda totalmente en negro.
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