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| -Durante el show 152 de RAW se enciende la pantalla y se ve una silueta sentada en una superficie. Al parecer es un vestuario. La iluminación va subiendo y la persona parece que es nada más ni menos que Sami Callihan.- 
»Sami Callihan: ¿Ya estás grabando? -El cámara dice que sí y Sami levanta el rostro poco a poco- Muy bien. Puede que todos ahí fuera estéis muy emocionados con lo que puedo hacer y he ido haciendo en el mundo del wrestling a lo largo de estos años. No son sólo títulos, ni logros, ni en absoluto victorias. Son momentos, pequeños momentos que hacen que una persona como yo siga día a día luchando. Luchando por ser el mejor. Luchando por lograr todo lo posible. Luchando por ser el luchador que marque la pauta dentro de esto... -Mira hacia un lado, suspira y sigue hablando- Pero llegan esos instantes, instantes en que no sabes qué hacer. Me aplauden y también me abuchean, pero yo no sé qué hacer. ¿volver atrás? No lo haría nunca. Lo que he hecho, pues simplemente hecho está, pues tengo que asumir todo lo que he ido haciendo a lo largo de mi carrera como luchador. Y estoy aquí, como ya dije, para demostrar que no soy uno más. Vine con el objetivo de destrozar todo por mi paso. Ya lo visteis, el ídolo de masas, John Cena, cayó frente a mi, llorando como un crío al que le quitan su caramelo. No quiero hacer mofa sobre esto, he cambiado mi estilo a la hora de opinar sobre estas cosas... pero las imágenes dictaminan quién es un ganador nato y a quién deberían sacar a patadas de la WWE. -Se tira hacia atrás estirando los brazos- Anybody can't stop me. -Sonríe- Mi turno llega nuevamente. Tengo que mover ficha. Ésta vez son dos tipos por los que siento nada más que asco. Mi compañero será MASADA, pero no importa. He tenido que cargar con cosas más estúpidas a lo largo de mi carrera, podré soportarlo... -Va mostrando un gesto más serio- No creáis que nuevamente Sami Callihan va a perder el norte. Sé que ahora esto va de otra cosa. Respeto, lucha y pasión. Mis tres leyes. No quiero impartirlas a nadie, pero quién no las respete pagará las consecuencias. Nadie juega con la auténtica máquina de matar. Cualquier que haya peleado contra mí os lo puede decir... no debéis jugar conmigo. No soy un buen compañero de juegos. Si yo digo una cosa, así se hace. Si yo digo que ganaré el combate, es que ganaré el combate. Y si yo digo que no hay nadie que pueda pararme, es que no hay nadie, absolutamente nadie, que me frene dentro de la compañía. -Hace una mueca- Así que... adiós a todos, nos vemos pronto...Aquí algo que tenía pensado hacer. No es nada del otro mundo, pero me gustaría algún comentario que otro. Thanks.
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