| »Lugar: Barco Antiguo
Febrero 17 - ¡Mi cabeza!, desde ese día el dolor no ha parado. Fue algo extraño y muy poco común, al menos esa es mi visión. Antes de salir de mi habitación me saqué mi chaqueta, escondí mi diario y refugié la armadura de mi maestro, para evitar posibles robos de gente que se aprovechara de tan caótica situación. Salí de allí, veía mucha gente correr hacia sus habitaciones, o en su defecto, hacia la parte de atrás del barco ¿Que pasaba?. ¡No sabia donde ir!, el barco era de dimensiones muy grandes y con el simple hecho de mirar hacia atrás una espesa neblina me daba la sensación de un barco sin final. De pronto, una estela de cristales de hielo cubrió mi cuerpo, y sin explicación, comenzaron a moverse y se perdieron en aquella neblina. Sabía que era una señal de mi maestro y decidí por seguirlas.
Casualmente me llevaba a un lugar inundado por aquel fenómeno, pero existía un ambiente diferente, era muy cálido y algo tenebroso para mí. No dudé en seguir adelante, pero creo que no era lo mejor; 4 hombres golpeaban a mi maestro en el suelo, ¡Fue espantoso!. Me dio mucha pena y rabia, por lo cuál, con un simple impulso, salí de aquella niebla y decidí enfrentarlos. "¡Detengan los golpes!" grité, pero de pronto, sentí algo en mi cuello junto a una ráfaga de viento cortante...¡Mi cruz ya no estaba!, ¡Alguien la sacó de mi propia posesión!, pero bastaba solo una vista hacia adelante para ver que un caballero más apareció en el ambiente, y como esperaba, tenía mi amuleto en su mano.
"Tu debes ser el bastardo que acompaña a este sucio caballero" me dijo, lo que seguía una serie de insultos y golpes a mi maestro en el suelo. Bastó solo una frase; "¡No vales nada, tu madre murió y estas a segundos de ver desaparecer a tu maestro!" y de aquí, solo se que una serie de sentimientos nublaron mi mente. Bajé la mirada, mi pelo la cubría y el ambiente comenzó a congelarse. Aquellos 5 caballeros con armaduras de tonos muy cálidos comenzaron a tener temor, luego que miraran hacia sus pies, ¡Estaban congelados!, se unieron al suelo y no se podían mover. Pensé "¿Será el poder de mi maestro?", no lo sé, pero la ira que sentía en aquel momento era más fuerte que mi propia voluntad.
De pronto, el caballero que tenía mi cruz en un solo segundo estaba a mi lado y me tomo de mi cabeza, levantándome con fuerza. Yo sentía dolor, pero no lo expresaba, solo miraba hacia bajo con un cuerpo casi muerto. Mientras sostenía mi cuerpo con una sola mano, en la otra portaba mi cruz. Bastó un simple brillo en mis ojos al ver mi amuleto que el caballero comenzó a temblar, ¡Comenzó a congelarse su cuerpo!, pero no es todo, no se como di vuelta mi cuerpo y le di un golpe en la cara con mi mano. Fue tan fuerte que le desfiguré el rostro por segundos y luego comenzó a congelarse, ¿He sido yo?, aún tengo aquella interrogante. Su cuerpo yacía congelado, menos mi cruz. Pero el cuerpo congelado explotó y ¡El caballero desapareció!, ¡El hielo provocó aquel asesinato!, ¿O fue mi poder?. No lo sé, solo vi que los demás arrancaban, tome mi cruz y me desmayé.
Desperté hace unas dos horas, junto a mi maestro que me cuidaba mientras yo "descansaba". El barco no sufrió mayores daños y podíamos seguir a bordo con dirección a los Montes Urales... pero ahora que lo pienso, las "historias infantiles" de Crystal comienzan a tomar forma en mi.
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