Afellay™ |
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| 23/07/11
 Una semana después de saber que podría entrar en alguna empresa, me levanté temprano para ir a trabajar. Esa semana estaba de mañana (en EEUU abrían este sitio hasta para desayunar) en el McDonald y como había poca gente, me metía en la cocina a entrenar con un compañero del cual me hice amigo. Le hablé de todo lo que me sucedía en la empresa y me idolatraba. Le invité a que fuera conmigo a la escuela de wrestling para ver que sucedía, si me llevaban a alguna empresa o no. Cuando salimos de trabajar, fui hasta su casa a que se cambiara, volvimos a la mía, me cambié y fuimos al gimnasio para entrenar. Esa semana me estuve preparando de forma intensiva para tener más tono muscular, pero yo no notaba el cambio. Estuvimos en el gimnasio hasta la hora de comer y Roberto (ese era su nombre) fue a su casa para ducharse y arreglarse para ir conmigo a Tennessee. Yo seguí entrenando después de comer para prepararme y practiqué la DDT, para intentarla esa misma tarde.
Llegó la hora de irse y nos fuimos en su coche. Cuando llegamos vi que Edge me estaba esperando de forma anónima en el parque de al lado.
David: ¿Qué haces aquí?
Edge: Te estaba esperando, quiero que sepas que no debes cambiar de actitud a partir de ahora. Las empresas buscan algo en concreto, heel o face, y como tú eres de los míos, las empresas que buscan heels, que son la mayoría se fijarán en ti. No te despistes y machácalos sin sudar ni una sola gota.
D: Es difícil no sudar, pero lo voy a hacer se van a enterar.
Me despedí de él y me fui con Roberto. No le había contado nada de Edge a él tampoco así que procedimos a entrar sin que me preguntara nada. Llegamos a la que era la última sala de la escuela y allí estaban mis 5 "compañeros" de lucha. Irvine y el hermano gemelo estaban luchando y los demás estaban en la grada baja. En la mitad de la grada estaban dos señores bastante bien vestidos. Esos eran los ojeadores. Cuando terminaron la lucha, donde ganó Irvine, entré al ring y después entró Mike. Al verle enfrente me relamí y empezamos la lucha. Comenzamos el forcejeo y Mike me ganó. Empezó a dominar y me aplicó uno de sus movimientos dejándome en el suelo. No pude librarme de su repertorio hasta unos segundos después cuando le apliqué la DDT para tomar el control. Me eché en el tapiz y comencé a golpearle directamente a la cara sin dejarle ni respirar. Seguí con varios pisotones y un Elbow Drop. Se levantó, le hice un Shoulder Block y después me puse tras las cuerdas para el Springboard Clothesline. Todo me salió a la perfección. Pero llegó un momento, cuando pretendía aplicarle el LHT. Lo cogí y lo subí a mis espaldas pero desvié mi atención a los ojeadores, que hablaban entre ellos. Mike aprovechó y me dio un rodillazo en la cara y me hizo su finisher. Hizo el pinfall y me ganó. Uno de los ojeadores se levantó y se fue de la sala y el otro se quedó sólo. Cuando me levanté, me fui bastante cabreado y Roberto intentó tranquilizarme. Cuando llegamos a Chicago, Roberto se fue a su casa y yo a la mía. Ni cené, sólo me dediqué a golpear el maniquí de la rabia que tenía encima. Esa noche llamé a Adam antes de dormir para contarle lo sucedido.
David: He perdido contra Mike.
Adam: Bueno... Los ojeadores de ahora son muy estrictos, pero si te sirve de consuelo yo también perdí mi primer combate.
D: Lo peor es que perdí contra mi vecino, la persona que peor me cae del mundo.
Adam: Más razones para vengarte. Puedes ganarle... En la calle.
Edge me estaba incitando a atacarle cuando no se lo esperase en la calle. Era muy cruel y oportunista pero mi ira sólo me daba una respuesta: A por él. |
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